Esta época se caracteriza por ser la antesala de un cambio político, social, cultural y religioso.
Desaparece la España de las tres culturas (cristiana, árabe y judía) que durante siglos había coexistido de manera simbiótica en la península. No hay que olvidar que tras los romanos que ya fundieron su idioma (el latín) con el ibero, árabes y judíos hicieron lo mismo durante siglos, haciendo una aportación única, tanto lingüística, cultural e incluso científica que más tarde se extendería por una Europa sumida en la oscuridad tribal medieval.
Existían en España a principios de este siglo tres grandes reinos cristianos, Castilla, Navarra y Aragón. Asimismo, el último reducto árabe al sur, que era el reino de Granada.
Tras el matrimonio de Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, también conocidos como Reyes Católicos en 1469 y la posterior anexión de Navarra, quedó definida la estructura cristiana que acabaría su reconquista en 1492 con la expulsión tanto de árabes como de judíos.
El Islam y su influencia en la vida europea
“Islam” es un vocablo árabe que en su traducción literal significa “La entrega o sumisión a Dios” y derivado de esta palabra, el término “musulmán” “el que se entrega.”
Con esta ideología de origen religioso monoteísta creada por el profeta árabe saudí Mahoma “Mensajero de Dios” en el año 622 la cual se debía a la imposición de la creencia a los pueblos de la obediencia a Alá y las enseñanzas de su libro sagrado o Corán.
La expansión inicial musulmana (no olvidemos que el término se confunde a menudo con árabe, por ser Arabia la cuna del islamismo) se originó a través del norte de África y el oeste de Asia.
A través del estrecho de Gibraltar que separa Marruecos de la Península Ibérica, alrededor del año 711 y de una manera progresiva y ciertamente rápida, la incursión musulmana se extendió en lo que llamaron “Al-Andalus” (“El Paraíso”) como así llamaron al territorio que se extendía hasta los Pirineos, en la frontera con Francia. Los reinos visigodos de la época fueron conquistados y relegados hasta el norte, Asturias y País Vasco, donde ofrecieron resistencia.
Desde una invasión iniciada por el Califato Omeya (provincia marroquí), a través del sur peninsular, ésta abrió paso a sucesivas invasiones migratorias, creando diferentes califatos y emiratos que posteriormente se fueron independizando política y económicamente de sus califatos de origen aún cuando seguían manteniendo la unidad cultural, espiritual y moral.
Como ejemplo podemos señalar el Emirato de Córdoba, (756-929), donde se creó una dinastía gubernamental independizada del Califato de Damasco. Esta forma de gobierno permitía reducir considerablemente el número de mozárabes (cristianos en territorio musulmán). A modo de consolidar fortaleza, en el año 929 se creó un Califato de Córdoba con la proclamación como califa al que desde el 912 había sido su emir Abd al-Rahmán III (Abderramán III).
Éste llegó a ser el prólogo del nacimiento de múltiples pequeños reinos o taifas. Hasta 39 se conocieron, de ellas, las más importantes fueron las de Sevilla, Badajoz, Toledo y Zaragoza.
Economía islámica
Una de las mejores aportaciones del mundo islámico a la civilización occidental son los zocos, mercados donde se comerciaba con una gran diversidad de artículos, desde la artesanía, seda, algodón y lana, así como la industria del metal derivadas del Magreb. La amplia extensión del Islam favoreció la exportación de estos productos desde reinos cristianos hasta el propio Oriente.
Agricultura
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Cebada |
La variedad de tierras en Al-Andalus permitió la incorporación de nuevos cultivos, sobre todo en tierras más áridas o también llamadas: de secano. Frutas, cereales del norte africano en tiempos más secos, verduras traídas de diversos reinos orientales. Productos como el trigo, cebada, caña de azúcar, berenjenas, alcachofas e higos aparecieron en el cultivo habitual y los zocos.
La Ganadería
Con pura tradición oriental el pastoreo ovino, bovino y caprino se estableció como norma, así como las granjas de conejos y gallinas. El aprovechamiento de los recursos aportados por los romanos como los acueductos y la introducción de canalizaciones de los ríos, que servían de empuje a nuevas técnicas como los molinos de agua, la noria y la picota.
La Minería
Tras las explotaciones mineras realizadas por los romanos siglos atrás, las extracciones de oro y plata fueron escasas. El oro se extraía de las cuencas del Guadalquivir, el Segre y el Tajo. La plata, de los yacimientos de Murcia, Beja y Córdoba, el cinabrio de Almadén, el cobre de Toledo y Granada, el estaño de Algarve y el plomo de Cabra. Para la construcción de santuarios aprovecharon el mármol de las canteras de Sierra Morena.
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Mina de plata |
Otras actividades como la explotación maderera para mobiliario, construcción naval y combustible en Alcázar de Sn Juan. Árboles de frutos secos medicinales como el avellano y el castaño.
Sociedad y Cultura Islámicas
En Al-Andalus coexistían tres culturas (cristiana, musulmana y judía) que a su vez derivaban en otros grupos étnicos como los muladíes (cristianos convertidos al Islam), y mozárabes (no conversos). También había una diferenciación social en la misma comunidad religiosa entre esclavos y hombres libres.
Salvo en sus costumbres religiosas, mozárabes y judíos no gozaban de los mismos derechos y tenían diversas prohibiciones y obligaciones hacia los musulmanes, como por ejemplo:
-Prohibición de matrimonio con una musulmana
-Prohibición de entierros con ceremonias ostentosas
-Habitar en barrios separados del musulmán
-Obligación de hospedaje gratuito al musulmán
El status social del musulmán le permitía disfrutar de cierto confort incluso a nivel público, con el uso compartido baños y piscinas como puntos de reunión.
Diversas costumbres de origen oriental, fueron introducidas por los musulmanes de Al-Andalus para luego trascender a través de toda Europa, convirtiendo la península en un puente de culturas y referencia entre Asia, África y Europa.
Se hablaban tres idiomas principales: en lengua romance (derivado del latín) y el hebreo, aunque el árabe se utilizaba como idioma culto, de hecho dio lugar a un “Renacimiento cultural en Europa”, como señalan algunos historiadores.
Aunque ya en el siglo XIII, monjes del monasterio de San Millán de la Cogolla (en la actual La Rioja), recogían vocablos populares de estas lenguas e iniciando el lenguaje escrito de lo que hoy ya conocemos como lengua castellana.
Gracias a los árabes se conservan numerosas bibliotecas que recogían documentos y obras tanto de la Grecia antigua como de Roma. asimismo la aportación de pensadores musulmanes como Avempace o Averroes.
Ciencia
El sentido religioso de la civilización musulmana favoreció la introducción de técnicas traídas de otros califatos importantes. La peregrinación a La Meca proporcionaba la adquisición de cualquier descubrimiento o invento novedoso era recogido y documentado. Mientras las culturas europeas seguían sumidas en lo que se conoce como Edad Oscura, existía un intercambio cultural de estudiantes que viajaban por por todo el Mediterráneo adquiriendo conocimientos. En aquel tiempo los más importantes centros del saber eran Córdoba y Bagdad.
Gracias a Abderramán III, Córdoba tenía en su poder el mayor legado científico de la época. Eran destacados los descubrimientos y teorías astronómicas en las que ya se hablaba sobre la elíptica de los planetas y la invención de aparatos de observación como la azalea.
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Abderramán III |
Ya en el siglo X y hasta el XVI, la medicina era una ciencia destacada en el mundo musulmán. Técnicas quirúrgicas como cirugía ocular, tratamientos dentarios, fármacos etc., eran introducidas e incluso traducidas al latín para su empleo en Europa.
La geografía y la cartografía de los reinos de la época fueron recogidos con mucha fidelidad. Se conservan numerosos documentos de las bibliotecas cordobesas.
Filosofía
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Filósofo Averroes |
Ya desde el siglo XII con Averroes, se hacían comentarios y traducciones sobre los filósofos clásicos griegos y romanos. Fue traductor de Aristóteles y Platón, así como de diversas obras médicas. Su pensamiento filosófico se abrió paso incluso en la Universidad de París, dando a conocer a los clásicos e influyendo incluso en la Europa renacentista.
Arte Islámico
Arte emiral y califal
El arte arquitectónico musulmán consistía en construir las ciudades de manera que los edificios institucionales se congregaran alrededor de la mezquita. Palacios, centros culturales, bibliotecas, tenían una construcción única convirtiéndose en auténticos monumentos. En ciudades como Toledo, Medina Azahara, Mérida, son claros ejemplos de la época.
El arte califal se constituía en las mezquitas. Lejos de incluir retratos o estatuas humanas que la religión prohibía en cualquier manifestación artística por considerarlas idolatría, motivos florales en piedra, arcos de estructura única, vidrieras ornamentales irrepetibles hicieron un maravilloso legado arquitectónico.
Los objetos decorativos artesanales, joyas, cerámicas refinadas vidriadas, perfumes, aceites, y un sinfín de artículos que aún podemos contemplar en los museos dedicados a esta cultura.
La seda bordada de Al-Andalus servía para la confección de las ricas telas de Bagdad o El Cairo.
Las tallas de figuras de bronce representando animales o las cerámicas con figuras geométricas y epigráficas en el arte conocido como verde manganeso por el uso del óxido de cobre.
Arte Taifa
La división de los califatos en taifas (pequeños reinos), contribuyó a que cada nuevo monarca contribuyera con su propia arquitectura. La distribución de patios, pórticos y estancias variaban, salvo las específicas para rezos o cualquier tipo de actividad religiosa.
Diferentes formas en los arcos: lobulados, mixtilíneos, de herraduras, así como los superpuestos y contrapuestos, revestidos con diferentes motivos ornamentales vegetales, geométricos o epigráficos, creando una sensación de riqueza.
La arquitectura exterior de las ciudades se reforzó con murallas y almenas cuadradas, patios interiores y jardines en sus palacios.
El arte cerámico se cubre de vidrios de colores y los telares cordobeses y almerienses llenan los mercados.
Arte Almorávide
En esta fase artística, la arquitectura se centra en los arcos de herradura y mixtilíneos, y la utilización de estucos murales. el comercio textil y pesquero tan floreciente de Almería, creando mayor exquisitez en los ornamentos, dada su riqueza floreciente.